lunes, 6 de enero de 2014

Almas gemelas

Algunas parejas tienen una conexión extraodrinaria, parecen hechos el uno para el otro. Vos también podés vivir algo así. Te contamos qué deberías hacer para tu romance alcance ese nivel especial.

Seguramente alguna vez viviste uno de esos amores que te encienden de pies a cabeza. No hablamos de deseo sexual (aunque eso también forma parte del asunto), sino de cierta magia que se da entre dos personas: se llevan tan bien que, cuando están juntos, es como si el resto del mundo no existiera. Angelina Jolie y Brad Pitt, Luisana Lopilato y Michael Bublé, o Shakira y Gerard Piqué son ejemplos de eso. Si todavía no te pasó, no pierdas las ilusiones porque, si te lo proponés, podés lograr una relación fuera de serie. “Una de las características de esas parejas es que ambos, por separado, tienen vidas plenas y felices. El vínculo es enriquecedor porque se apoyan y se acompañan sin competir. Además de una fuerte atracción que va más allá de lo sexual, hay algo muy parecido a lo que solemos representar con el mito del ‘alma gemela’. Son dos personas que parecen haber dado con su par perfecto”, explica la psicoanalista Patricia Faur, autora del libro Amores posibles.
En toda pareja se juega una cuestión de física y química, pero en algunas, eso está potenciado. “Hay una profunda conexión espiritual, mental y corporal, como si los dos fueran la mitad de algo que termina de armarse cuando están juntos”, asegura la psicóloga clínica Beatriz Goldberg, autora de Cómo encontrar pareja y no morir en el intento.
Esa clase de amor no es fácil de lograr, pero eso no significa que sea imposible. “Determiná qué aspectos te resultan indispensables y cuáles podés llegar a negociar”, aconseja Goldberg. No es lo único que debés tener en cuenta: los especialistas te enseñan las claves del romance de almas gemelas.

EN EL INICIO ESTÁ EL DESEO

Una relación de almas gemelas comienza con una enorme dosis de pasión. Según cuentan sus protagonistas, la primera cita se parece a un reencuentro, y cuando eso se traslada a la cama, ¡chocan los planetas!
Un flechazo de este tipo tiene una base fisiológica. Cuando dos personas que se gustan se miran a los ojos, en sus cuerpos se produce una descarga de hormonas: la suba de estrógeno y de testosterona hace que todo sea más intenso. Por eso, ellos necesitan permanentemente el contacto físico: se abrazan, se dan la mano cuando caminan, se rozan mientras hablan, ¡están todo el tiempo ‘pegoteados’! “Es un modo de manifestar la profunda unión que hay entre ellos. Se trata de algo casi instintivo: uno toca al otro porque lo siente parte de su propio cuerpo”, asegura Goldberg.
Un arranque a todo fuego no significa demasiado a no ser que, con el tiempo, se genere esa conexión afectiva e intelectual que es la base de una relación de almas gemelas. Según los expertos, se necesitan al menos tres meses para que la pasión dé paso al verdadero amor. En los primeros 30 días solo piensan en tener sexo; al segundo mes, conversan; y en el tercero descubren que tienen mucho en común.“Cuando esa empatía se da, la lujuria no disminuye, sino que aumenta a raíz de la confianza que se generó”, revela Goldberg.

Entonces, si el chico con el que empezaste a salir comparte sus pensamientos y sus deseos profundos con vos, y no son tan distintos de los tuyos, preparate para vivir un romance fuera de serie.

PELIGRO DE INCENDIO!

El encuentro con un verdadero par o con un alma gemela puede traer tanta felicidad como peleas. Esa energía que los atrae tanto puede distanciarlos con la misma intensidad. En este tipo de vínculo, el ego ocupa mucho espacio: ambos conocen su valor en el mercado de los corazones y no están dispuestos a ceder cuando se produce un cortocircuito.
Es fundamental que no pierdan de vista que toda relación es, esencialmente, una larga negociación. “De todos modos, como en estas parejas no hay competencia, sino amor y admiración, las peleas no suelen poner en riesgo el vínculo. Hay un acuerdo básico en cuanto a valores y a proyectos: comparado con esta coincidencia clave, cualquier desacuerdo resulta casi anecdótico”, asegura Faur.

RECARGÁ TU AMOR

Es normal que, con el tiempo, ya no sientas tanta urgencia por tu enamorado como al principio de la relación. Es el momento de hacer algunos ajustes. “No te olvides de que un amor de estos no llega ni dura por casualidad. Hay que trabajar el vínculo, cuidar sus espacios y alimentar la comunicación, la intimidad y la alegría. El tema de ser amigos antes que enamorados no es un dato menor”, advierte Faur.
El secreto para que el amor y el erotismo no se desgasten es entrenarlos para mantenerlos en forma.
Cuando lográs esa conexión especial con tu hombre, el organismo libera una sustancia llamada dopamina, que aumenta el deseo de seguir juntos. Entonces, demostrale que todavía te parte la cabeza y que es tu hombre favorito en el mundo. No ahorres recursos: susurráselo al oído, escribíselo en un SMS y, mientras están tomando algo en un bar, contale cómo te impactó la primera vez que lo viste. “Los pequeños gestos cariñosos, los más cotidianos, son los que arman y sostienen un gran amor. No esperes a celebrar un aniversario para decirle que lo querés o para hacerle un regalo. Esos detalles renuevan la relación porque les recuerdan por qué están juntos”, asegura Goldberg. Las declaraciones de amor no deberían ser una rareza, sino un modo de comunicarse.
Por supuesto: además de los sentimientos, entre ustedes hay una conexión física que tampoco deberían descuidar. En la intimidad, experimentá cada movida que leés en Cosmo, animate a compartir con él tus fantasías eróticas (en la nota anterior te contamos cómo atreverte al juego de roles) y contale qué es lo que más disfrutás con él en la cama. La sinceridad es clave para que el sexo no se vuelva rutinario y previsible. Besalo delante de otras personas (si eso no lo incomoda, claro), enviale un WhatsApp hot y recordale que, para vos, es el hombre más sexy y hermoso del mundo.

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