jueves, 24 de mayo de 2018

Mi marido es insaciable en el sexo todos los dias

Uno de los reclamos que oígo es al respecto de la insatisfacción con la regularidad que tienen sexo.

Resultado de imagen para insatisfacción sexual

“Si yo hiciera la voluntad de mi marido, tendríamos sexo todos los días.” – dice la esposa, como si el marido fuese un pervertido o sufriese algún tipo de desequilibrio.

“No es que ella no me atraiga más, es que he estado muy cansado.” – justifica otro marido, a la esposa que quiere más regularidad en la cama.

Estos no son los únicos reclamos que oímos, claro. La verdad es que casi toda pareja –si, la mayoría– enfrenta la cuestión de diferentes niveles de deseo sexual. O él quiere más que ella, o ella quiere más que él. Es raro encontrar una pareja donde los dos tengan libidos iguales. A final de cuentas, ningún ser humano es igual. Por lo tanto, si esto sucede en su matrimonio, no se preocupe: usted y su cónyuge son personas normales.

Sin embargo, ustedes deben hacer algo al respecto. Dejar eso de lado sólo porque no es tan importante para usted como para él/ella no es la mejor opción.

Uno de los deberes que usted tiene para con su cónyuge es satisfacerla/o sexualmente. Sí, usted le debe esto a ella/él. Infelizmente, muchos no piensan así. Se refieren al sexo como si fuera un extra, una opción. Repito, sólo porque usted tiene menos deseo sexual que su cónyuge no quiere decir que debe forzarlo/la a acomodarse a usted.

La verdad es que, como en muchas cuestiones conyugales, ustedes tienen que ajustarse. No soy yo, ni una revista masculina o femenina, ni nadie que debe dictarles a ustedes cuántas veces deben tener sexo por semana o por mes. Eso debe ser decidido entre ustedes, porque sólo les toca a ustedes dos. Por lo tanto, tenga en consideración la realidad de ustedes y olvídese de lo que fulano o beltrano hacen.

¿Él tiene más deseo que usted? Usted se tiene que ajustar y hacer el amor con más regularidad de lo que le gustaría. ¿Ella tiene menos deseo que usted? Usted se tiene que ajustar y hacerlo menos veces de lo que le gustaría. Y viceversa. De forma que ustedes encuentren un término medio, una complicidad, un equilibrio.

Una de las principales excusas que oímos de la persona con menos libido es: “Pero yo no siento tantas ganas como él/ella.” Entienda una cosa: hacer el amor es como comer una buena comida. Usted puede no estar con hambre, pero es sólo dar la primera mordida…
Por lo tanto, no espere a tener ganas de tener intimidad. Hágalo porque es correcto, es su deuda con su pareja y, a fin de cuentas, es muy bueno. (O por lo menos debería serlo. Si no lo es, ahí es otro problema.)

No hay comentarios: