viernes, 12 de abril de 2013

El lado B de "50 Sombras", muy pocas mujeres son multiorgásmicas



Las trilogías eróticas presentan mujeres muy fáciles de estimular, pero la verdad es otra: sólo el 7% de ellas tienen la capacidad de alcanzar numerosos orgasmos en un solo encuentro.
Si la lectura de "50 sombras de Grey", "El affaire Blackstone" o "La trilogía Crossfire" revolucionó la forma en que imaginas tus encuentros sexuales y crees que cualquier mujer puede llegar a tener orgasmos múltiples ante pequeñas provocaciones, debes empezar a considerar que no es tan fácil e inmediato como la literatura te ha hecho creer.


Y es que tener los impulsos de Anastasia, Brynne y Eva -protagonistas de estas historias- son difíciles de alcanzar. Esto no significa que la multiorgasmicidad femenina no exista, pero se da sólo en el 7% de todas las mujeres del mundo. Una cifra muy baja considerando el éxito arrollador que esta literatura tiene hoy entre las féminas. De esta manera, los libros podrían desarrollar una "falsa esperanza" ante el erotismo exagerado.

La psicóloga y terapeuta de pareja, Daniela Becerra (becerra.daniela@gmail.com), no considera que se trate de una ilusión falsa sino que este tipo de novelas "engrandece la ilusión del 'flechazo' y conexión sexual-emocional inmediata, que si bien es cierta y probable, será sostenible en el tiempo en la medida que la relación de pareja facilite esa conexión no sólo en lo sexual, sino que también en lo emocional". Por lo que ¡ojo!, no porque suceda en la literatura, sucederá en la vida real.
Por su parte, Michelle Thomas, directora académica del Centro de Estudios de la Sexualidad Chile, considera que en estas historias, la mujer "debe ser inocente, joven, enamorarse, desconocer los secretos de la sexualidad y el placer, ser sumisa y obediente, suficientemente masoquista para que Grey disponga de ella como un bocadillo, anhelante del poder económico y social que el hombre poderoso ostenta y de los lujos. O sea, más bien viene a reafirmar un modelo que creíamos ir en extinción".

Hay dos casos emblemáticos de mujeres que se hicieron conocidas por confesar que tienen numerosos orgasmos en un día. Una de ellas es Michelle Thompson, británica que en 2009 aseguró llegar a los 300 diarios con su pareja. De forma similar, la estadounidense Kim Ramsey sostuvo tener un centenar de orgasmos en un día, producto de acciones tan simples como conducir, subir escaleras o la vibración del celular en su bolsillo. Sin embargo, un sexólogo cuestionó los testimonios señalando que sólo podrían llegar a tener hasta diez orgasmos en cada relación sexual.

El efecto que sí consiguen historias como "Crossfire", donde el deseo desata la completa pasión de sus protagonistas, es que "incentivan la fantasía de situaciones eróticas y sexuales, las mujeres acceden al relato de episodios sexuales innovadores donde se muestra a un hombre que desea a esta mujer y se cautiva con lo que ella es, más que con lo que ella parece o demuestra ser, y además, muestran a un hombre-pareja capaz de excitarse por dar placer, más que por el sólo hecho de recibirlo", comenta Becerra.

De esta manera, las mujeres comienzan a sentir ansias por comportarse como Eva o Brynne y a obsesionarse con la transformación sexual con sus parejas. Incluso esperan que la excitación se produzca con el sólo hecho de ver o tener un contacto mínimo con el hombre, al igual que Anastasia, quien al saludar de mano a Christian Grey siente que los escalofríos recorren todo su cuerpo, o el momento de atracción en que Ethan Blackstone conoce a Brynne en la exposición de fotografías. No obstante, estos amores inmediatos no necesariamente son los más exitosos ni son la única manera de entablar una relación.

Por eso, es importante que tengas claro que "es literatura, y que si bien hay situaciones que pueden coincidir con la realidad, no existe el amante ideal, sino que más bien existen relaciones de pareja donde ambas personas se permiten el disfrute y la innovación, que los llevará a construir juntos, encuentros sexuales 'ideales'", según señala Becerra.

¿Mujeres responsables?

En otra arista, la sexóloga Michelle Thomas responsabiliza en parte a las propias mujeres sobre la idealización que se les brinda a los galanes protagonistas de las novelas eróticas. "Creo que las mueres en general somos falsas, o más bien paradójicas y contradictorias, pues anhelamos y exigimos igualdad, hombres suaves, tiernos, que suelten el poder, que lo compartan al menos, pero estamos enamoradas de nuestros padres, es decir, de hombres duros, que sustentan el poder, la sabiduría, el enigma y el conocimiento", dice.

Así, es la mujer quien debe conocerse a sí misma para poder llegar a los orgasmos. "La masturbación, el conocimiento y la exploración de las propias zonas erógenas, sin duda le ayudarán a conectar con las partes de su cuerpo que estimulan más su placer. En este sentido, toda exploración del propio disfrute le ayudará a comunicar con claridad y pedir a la pareja lo que a ella le gusta, permitiendo así, construir una interacción sexual de goce y disfrute, que puede, a veces, incluir multiorgasmos", indica Becerra.

Thomas plantea que "la mujer debe ser una protagonista activa de su sexualidad. O sea, la mujer debe dejar de esperar que sea el hombre el responsable de sus orgasmos y que sea la penetración la única forma de obtener placer. Debe haber no más allá de un tercio de mujeres que obtienen orgasmo por penetración, siendo, en tanto, la mayoría son orgásmicas clitoroideas o del tercio inicial de la vagina".

Por esta razón, no puedes esperar que todas las mujeres del mundo y de la literatura tengan las mismas características sexuales sino que debes formar tu propia identidad sexual. "El orgasmo es una experiencia individual, donde cada mujer lo vive de formas distintas. Esto puede estar determinado por muchos factores de contexto tales como la edad, la situación, pareja o momento vital, es decir, no es algo lineal, estereotipado ni generalizable como una norma", aclara la terapeuta de parejas Daniela Becerra.

En tanto, Michelle Thomas recomienda que las mujeres tomen el control para deshacerse de todas las creencias y modos de vivir la sexualidad y el erotismo. "Tenemos que cambiar la relación con nuestro cuerpo, pero en especial la relación con nosotras mismas para cambiar nuestro destino. Mientras, nos entretienen con los Cristian Grey para hacernos creer que nos estamos liberando", comenta.

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