Por qué cuando tenés sexo no premeditado todo resulta tan genial? Esos encuentros tienen una carga de urgencia que hace que el momento sea mucho más apasionado. En una situación así, no te preocupan los convencionalismos: el razonamiento y los juicios de valor quedan en stand by, y vos seguís tu instinto más primitivo. “De algún modo, el sexo espontáneo implica recuperar esa actitud adolescente de correr los límites y de permitir que la revolución hormonal conduzca a una pasión desenfrenada: no pueden aguantar las ganas de tocar al otro”, explica la psicóloga y sexóloga clínica Celia Laniado (www. sexologacelia.com).
Si te detuvieras a evaluar si es conveniente tener sexo con tu chico en la escalera de tu edificio, por ejemplo, probablemente no lo harías. En cambio, al dejarte llevar por la situación, el placer se intensifi ca porque rompés un convencionalismo. Momentos, lugares y modos inusuales se transforman en los mejores escenarios de un encuentro íntimo. “La novedad y la sorpresa, dos condimentos fundamentales del erotismo espontáneo, inflaman la llama del deseo”, asegura Patricio Gómez Di Leva, sexólogo del Departamento de Educación Sexual de PRIME.
¿Cómo lograr esa actitud sexy y audaz que requiere esta modalidad erótica? Tres claves fundamentales: ganar complicidad, saber (realmente) qué le gusta al otro y mantenerse en estado de efervescencia. “Cuanto más pensamos en sexo, más y mejor sexo tenemos”, asegura la asesora en juegos eróticos Paola Kullock, directora de PK Escuela de Sexo. Entonces, aprovechá la espera en un consultorio o el viaje en colectivo hasta el trabajo para lograr un mood sensual: acordate de tus experiencias más excitantes, mirá en YouTube las escenas calientes de tus películas favoritas (anulá el audio de tu celu, por favor) y repasá tus fantasías eróticas. “Tenemos que vivir el erotismo como si fuera un horno a leña, e ir echándole troncos a lo largo del día”, compara Gómez Di Leva. Los especialistas te enseñan algunas tácticas para lograr una explosión de placer en cualquier situación.
¡Lo quiero ya!
Mientras tu chico habla por teléfono, empezá a acariciar su entrepierna y continuá con una sesión oral. “La excitación no empieza en la cama: lo que vivimos fuera de ella hace que el deseo erótico se incremente”, explica la sexóloga Virginia Martínez Verdier (www.sexual.com.ar).
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