sábado, 21 de septiembre de 2013

CASADA CON HOMBRE Y AMANDO A UNA MUJER

Enamorarse no es sólo un proceso ideológico y romántico. Nuestro cerebro y nuestro cuerpo físicamente responden a las señales del amor alterando reacciones químicas dentro de nuestro cerebro, las que provocan diferentes efectos. Cuando nos encontramos con la persona deseada, nuestro organismo responde de una manera peculiar, el hipotálamo emite mensajes que recorren todo el cuerpo a través del sistema nervioso y nuestras glándulas neurotransmisoras se encargan de segregar altas cantidades de adrenalina y noradrenalina.

Nuestro corazón late con mayor velocidad, nos aumenta la presión arterial y el transporte de oxigeno a través de nuestra sangre aumenta. Según estudios realizados, la reacción y euforia que provoca el enamorarse es similar a la que provocan las drogas ilícitas en el cerebro. En resumen, el amor puede ser incluso, un proceso mucho más complicado que la misma adicción a las drogas. 

A veces el amor nos toca a la puerta cuando menos lo imaginamos, muchas veces intentamos buscarlo sin suerte, porque el amor es así. Llega cuando se le antoja y con quien se le antoja. El amor es un sentimiento que nos arropa, nos cambia la forma de ver el mundo y a las personas. El amor causa una afinidad entre los seres humanos independientemente de sus ideologías, rasgos físicos y orientaciones sexuales.

Las emociones asociadas con el amor, son descritas como extremadamente poderosas y con frecuencia pueden ser irresistibles. El amor es un sentimiento que se basa en la atracción y la admiración que un sujeto puede sentir por otro. Sucede en muchas ocasiones que el amor que podemos sentir por una persona en particular puede cambiar con el tiempo, la pasión que es uno de las primeras sensaciones que va desapareciendo en la relación de pareja, cambia por diversas razones y contrario a lo que muchos quisiéramos “idealistamente” pensar, el amor pasional, no dura para siempre.

Pero, ¿como nos podríamos explicar que una mujer, casada y conviviendo en una relación de pareja con un hombre e incluso muchas veces con hijos y algunas viviendo una relación “perfecta”, se puedan enamorar de otra mujer? Mujeres, que en su mayoría nunca habían experimentado una relación lésbica y mucho menos enamoramiento. ¿Será que verdaderamente el amor es tan “extraño y descontrolado” como dice la famosa canción?
A continuación lea estos relatos que fueron compartidos con nosotros por nuestras lectoras, lea cada una de estas historias y decida por usted mismo/a si verdaderamente somos nosotros quienes tenemos el control de a quien ama nuestro corazón.

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