Hay que estar atentos a las señales pues la falta de apetito puede asociarse a otros síntomas como decaimiento, irritabilidad, a que el niño juegue menos y duerma más, lo cual puede tratarse de otra patología como la anemia u otras enfermedades.
Cuando un niño no quiere ingerir alimentos, el primer paso es diferenciar a los pequeños que no comen de los que son difíciles para comer, es decir, solo aceptan lo que les gusta; afirmó el médico pediatra Jorge Abel Salinas.
Según recomendó, hay que estar atentos a las señales pues la falta de apetito puede asociarse a otros síntomas como decaimiento, irritabilidad, a que el niño juegue menos y duerma más, lo cual puede tratarse de otra patología como la anemia u otras enfermedades.
“Eso es una minoría, en líneas generales. El grupo más grande es el del niño que solo come hot dogs o papas fritas. Escoge lo que quiere comer. Ese es el niño difícil para comer”, explicó.
El doctor Salinas recomienda a los padres recordar que:
1° Los niños no comen todo lo que los papás quieren. Comen solo lo que necesitan. Hay días en que comen más y otros en los que comen menos.
2° Cuando los niños escogen lo que quieren comer, es que les falta disciplina y orden.
Recomendación: El desayuno debe durar como mínimo entre 10 y 15 minutos, no puede ser a la carrera.
3° Durante el verano los niños comen menos y beben más líquidos.
4° Los padres deben ser creativos. Deben combinar los colores y las formas de los alimentos. Incluso pueden cambiar las formas en las que pican las frutas y verduras.
Fuente: RPP
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