domingo, 5 de octubre de 2014

Los hombres y su temor al compromiso

A veces las mujeres tienen expectativas irrealizables acerca de la forma en que los hombres deben expresarles su amor. El hombre no tarda en identificarlo y si se da cuenta que nada de lo que haga es suficiente para ella, no asumirá el compromiso.

Muchos hombres experimentan un temor inexplicable a comprometerse en una relación afectiva seria, que a la larga pueda llevar al matrimonio. Leyendo a los doctores Connell Cowan y Melvin Kinder en su libro Las mujeres que los hombres aman, las mujeres que los hombres abandonan, he llegado a una conclusión acerca de por qué los hombres incluso casados le huyen al compromiso. Quizá en su ADN el hombre lleva su temor al compromiso.

Juan Carlos fue uno de los solteros más asediados de su oficina, su mayor atractivo radicaba en su inteligencia, en que era un excelente conversador y con un gran sentido del humor. En su cumpleaños treinta y siete sus amigos y familiares le hicieron soplar las velas y hacer una promesa, ¡comprometerse en matrimonio!

Antes de casarse con Patricia, Juan Carlos jugaba futbol todos los domingos en la mañana, la cita era inaplazable, era un reencuentro sano con sus amigos que daba lugar al ejercicio físico y al esparcimiento. Sin embargo, al casarse los planes obviamente cambiaron; teniendo en cuenta que juntos trabajaban incluso el sábado, el domingo se convirtió en el día para ir a mercar en las mañanas, ayudar con los quehaceres de la casa y almorzar o cenar en familia para terminar el día viendo una película.

A Juan Carlos no le gustaban mucho las reuniones familiares, odiaba usar corbata y no era muy amigo del protocolo y las fiestas elegantes. Patricia era todo lo contrario, ella se desempeñaba como ejecutiva de ventas en una compañía y unas veces por trabajo y otras veces por gusto asistía a cocteles y eventos, pero casi siempre se convertía para ella en un verdadero suplicio invitar a Juan Carlos, porque nunca asistía de buena manera, aunque al final, más por cortesía que por otra cosa, terminaba integrándose y aparentando que disfrutaba el momento.

Recién casados estás pequeñas diferencias no hacían mella en la relación, pero con el paso de los años se han convertido en verdaderos problemas, motivo de peleas y discordias constantes.

El temor al compromiso

Como el tema es extenso y es posible abordarlo desde diferentes perspectivas, quiero anotar que aquí no me refiero a esos hombres que jamás se identifican y se comprometen con nada, ni siquiera con su propia realización personal. Me refiero al común de los hombres que experimentan temor antes de dar el gran paso al compromiso y a la vida en pareja. ¿En que se fundamenta este temor?:

Temen no ser aceptados como son
Esta es una preocupación constante de los hombres. Si bien es cierto que como seres humanos se hace necesario, a medida que avanza el tiempo crecer y evolucionar, siempre se conservarán rasgos particulares de la personalidad que son parte de la esencia de cada persona. Si un hombre se ve enfrentado al constante deseo de su novia por cambiar su personalidad, terminará por irse. Creo que un hombre estaría más dispuesto al compromiso si siente que puede expresar su personalidad con total libertad, sin miedo a ser censurado o criticado. El hombre, por su parte, debe tener claro el estatus que ha adquirido como esposo, y que muchas cosas necesariamente tienen que cambiar, pero más relacionadas con las nuevas actividades a compartir que con su personalidad.

Miedo a defraudar a su pareja

Según Cowan y Kinder algunas mujeres tienen unas expectativas muy altas frente a la seguridad y el afecto que un hombre debe expresarles. Cuando estas expectativas no se cumplen los dos integrantes de la pareja se frustran y, en especial, el hombre por considerar que "no es suficiente para su amada". A veces las mujeres tienen expectativas irrealizables acerca de la forma en que los hombres deben expresarles su amor. El hombre no tarda en identificarlo y si se da cuenta que nada de lo que haga es suficiente para ella, correrá a la primera oportunidad.

Lee más sobre estos paradigmas equivocados que tenemos acerca del amor en este artículo, http://www.familias.com/amar-es-sinonimo-de-sufrimiento

La naturaleza masculina

Yo estoy de acuerdo con las tesis que sustentan que por naturaleza hombres y mujeres son distintos. Si llegáramos al conocimiento y comprensión de estas diferencias muchas luchas cotidianas de las parejas perderían su piso. Y lo mejor es que si el hombre puede sentir que en una relación puede expresar su naturaleza masculina con total comodidad, no dudará en comprometerse. Los hombres son prácticos, les gusta ponerle chispa y buen humor a las cosas, necesitan sus propios espacios y cuando no los tienen ¡se alejan!; les gusta jugar y aunque no lo creas son sensibles y vulnerables, pero solo muestran esa faceta a la mujer que haya ganado su corazón.

Es importante anotar que una mujer debe identificar cuándo es posible aplicar los principios que expongo en este artículo y cuándo lo que sucede en realidad es que se ha involucrado con un hombre que no tiene su mismo sentido de vida, que no camina en su misma dirección y que el matrimonio y la familia no forman parte de sus prioridades.

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