La verdad es que si lo reflexionas, a la gente le gusta estar viendo, porque a ti te va bien y a ellos no.
Hay gente que envidia porque no tienen nada más que hacer, o porque al desacreditar a los demás los hace sentir mejor con ellos mismos.
Y en algunas otras ocasiones porque no tienen la capacidad de admirar a los demás.
Lo que es muy importante de entender y sobre todo de reflexionar es que hay una línea muy fina entre lo que llaman envidia de la buena y envidia de la mala.
Así que comencemos por descifrar en que consta cada una. La envidia de la mala, es la que envenena el alma, es un sentimiento de tristeza y enojo contigo mismo que reflejas y proyectas en la otra persona.
Y ¿Sabes de dónde viene esto?
Pues de tu deseo de tener algo que crees que no podrás tener, o que piensas que no podrás ser.
Es por eso que para superar la envidia hay que verla como lo que es… “Es la insatisfacción con uno mismo”.
Ahora vámonos por el contrario…. La envidia de la buena es la que usamos como inspiración para motivarnos y empujarnos a hacer o lograr más. Sin dejar de admirar y reconocer las cualidades del otro.
Así que la próxima vez que te topes con un envidioso recuerda que tiene un problema de autoestima y que no tiene la capacidad o la conciencia de poder reconocer su valor.
Al estar consciente de que es la envidia y sobre todo de que la genera, debe crear en ti el compromiso de que en lugar de ponerte a la defensiva con una persona que se esta portando envidiosa contigo, ahora puedes manejarlo mucho mejor y podrás empoderarlo, ¿Cómo? Haciéndole ver su potencial, resaltando también sus cualidades que lo hacen especial y único. Eso hablara de tu gran calidad humana.
Porque recuerda: “Siempre es mejor inspirar que ser envidiado”.
Hay gente que envidia porque no tienen nada más que hacer, o porque al desacreditar a los demás los hace sentir mejor con ellos mismos.
Y en algunas otras ocasiones porque no tienen la capacidad de admirar a los demás.
Lo que es muy importante de entender y sobre todo de reflexionar es que hay una línea muy fina entre lo que llaman envidia de la buena y envidia de la mala.
Así que comencemos por descifrar en que consta cada una. La envidia de la mala, es la que envenena el alma, es un sentimiento de tristeza y enojo contigo mismo que reflejas y proyectas en la otra persona.
Y ¿Sabes de dónde viene esto?
Pues de tu deseo de tener algo que crees que no podrás tener, o que piensas que no podrás ser.
Es por eso que para superar la envidia hay que verla como lo que es… “Es la insatisfacción con uno mismo”.
Ahora vámonos por el contrario…. La envidia de la buena es la que usamos como inspiración para motivarnos y empujarnos a hacer o lograr más. Sin dejar de admirar y reconocer las cualidades del otro.
Así que la próxima vez que te topes con un envidioso recuerda que tiene un problema de autoestima y que no tiene la capacidad o la conciencia de poder reconocer su valor.
Al estar consciente de que es la envidia y sobre todo de que la genera, debe crear en ti el compromiso de que en lugar de ponerte a la defensiva con una persona que se esta portando envidiosa contigo, ahora puedes manejarlo mucho mejor y podrás empoderarlo, ¿Cómo? Haciéndole ver su potencial, resaltando también sus cualidades que lo hacen especial y único. Eso hablara de tu gran calidad humana.
Porque recuerda: “Siempre es mejor inspirar que ser envidiado”.
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