Gracias a los estrógenos tu útero crecerá lo necesario para poder soportar el peso del bebé, y tus pechos aumentarán su tamaño lo suficiente para prepararse para la lactancia.
Por su parte, la progesterona se encargará de que las contracciones se presenten hasta el momento del parto, y contribuirá también en la preparación de tus pechos para que puedas amamantar a tu bebé.
Aunque su efecto permanece bloqueado hasta el final del embarazo, los niveles de prolactina aumentan a lo largo de los 9 meses para estimular la producción de leche cuando llegue el momento.
También aumentará la producción de relaxina, la cual interviene en la maduración cervical y es la encargada de distender los ligamentos pélvicos para el momento del parto.
Otros grandes cambios en el embarazo
Flujo vaginal. Es común que este fluido aumente mucho durante el embarazo. Por lo general es de color blanco e inodoro. Si el flujo adquiere un tono café, amarillo o verdoso y su olor es desagradable, será necesario que consultes a tu médico.
Dolores de espalda. Este tipo de dolores suelen ser un síntoma común del embarazo. Generalmente se presentan hacia el final de la gestación, debido a la curvatura de la columna vertebral a medida que el bebé crece y el útero se expande.
Torrente sanguíneo. Durante el embarazo, el volumen sanguíneo aumenta casi un litro y medio. El aumento sucede gradualmente a partir de la semana 10, y se nivela durante el tercer trimestre.
Pulmones. Para mantener bien oxigenada la sangre adicional, los pulmones también tienen que trabajar más. Los expertos recomiendan hacer ejercicio, pues así mejorará el aporte de sangre hacia ellos. Es importante que antes de comenzar cualquier tipo de rutina consultes a tu ginecólogo, para que elija el mejor ejercicio para ti de acuerdo a tu estado de salud.
Dientes y encías. Las grandes cantidades de progesterona producidas durante la gestación pueden ablandar y aflojar las encías alrededor de los dientes, predisponiéndolos a las infecciones.
Consulta a tu dentista durante los primeros meses de embarazo, para saber cuáles son las medidas de precaución que debes tomar para no poner en riesgo tu salud ni la de tu bebé.
La piel. Tanto el aumento en el nivel de hormonas como en el volumen de la sangre afectan este órgano, provocando hinchazón por retención de líquidos y una mayor segregación de grasa facial debido a la producción de progesterona.
Así como tu cuerpo se está preparando para esta gran etapa, tú también debes hacer todo lo que esté en tus manos para estar sana y recibir a tu bebé como se merece.
Fuente: Terra
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