Se creen el ombligo del mundo. Su propósito en la vida es hacerte saber que ellos todo lo hacen bien y tú fatal. Son los mejores siempre, en lo que sea, no hay quien les supere en nada. Los narcisistas son esas personas que han llevado la vanidad a su grado superlativo, tanto que acaban por ser gente tóxica que puede atacar directamente a tu autoestima.
Alguien puede ser arrogante por pura ignorancia o por complejo de inferioridad. Los narcisistas lo son, pero de otra forma, mucha más exagerada, porque se creen que son la leche. Lo peor: para que ellos sean tan geniales, tiene que haber alguien horrible. Y probablemente intentarán hacerte sentir que esa persona eres tú. Por eso hay que tener mucho cuidado con ellos, evitarlos como al veneno. Aquí te vamos a dar nueve pistas para detectarlos. Y un sólo consejo, si te encuentras con uno: ¡Huye!.
El narcisismo se considera un trastorno mental y según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastorno mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) de la American Psychiatric Association. Aunque es importante aclarar que todos podemos mostrar algún rasgo narcisista en determinados momentos sin que ello afecte a nuestra vida. Lo peligroso es cuando eso es persistente en el tiempo.
Estos son los nueve rasgos que, según el manual de los psiquiatras norteamericanos, distinguen a una personalidad narcisista:
1. Tiene un concepto grandioso de sí mismo
Exagera sus propios logros, su talento y espera que los demás se los reconozcan. Las personas seguras de sí mismas no necesitan el reconocimiento de nadie, mucho menos presumir de nada ante los demás. Los narcisistas, sí. Lo necesitan incluso cuando no han conseguido nada extraordinario. Sin embargo, lo peor es cuando no hay forma de comprobar el logro del que un narcisista presume, eso puede afectar a la autoestima de sus personas cercanas. Por ejemplo: el típico padre o madre que cada dos por tres le dice a sus hijos aquello de "yo a tu edad sacaba todo excelentes, corría maratones y trabajaba por las tardes mientras estudiaba siete idiomas".
2. Se obsesiona con el éxito y quiere ganar siempre
Quieren ser los más guapos, los más inteligentes, los más poderosos y los más ricos (al menos lo querrían). Utilizan a los demás para conseguir destacar. Pero si sienten que alguien les gana en algún aspecto, se sienten eclipsados y no lo permiten.
3. Te valora por lo que haces, no por lo que eres
Se creen tan especiales que sólo quieren tratar con personas de su misma categoría. Suelen definir a los demás por sus logros y no por cómo son como personas.
4. Exige admiración excesiva
Los narcisistas agotan. Sus carencias emocionales son tantas, que necesitan atención y adulación constantes. Y eso cansa mucho a los demás. El quiere recibir mucho, sin dar nada a cambio.
5. Siempre tiene derecho a todo
Como si el mundo le debiera algo. Sus necesidades son lo primero y más importante. Si creen que tú no lo crees así, tratarán de dañarte de alguna manera.
6. Se aprovecha de los demás
Los demás no importan, porque sólo importa él. Es el típico 'amigo' que sólo te llama cuando quiere algo de ti.
7. Falta de empatía
Le dan igual los sentimientos de los demás, no se identifica con ellos. Eso les incapacita para amar, aunque a veces lo finjan. Cuando ocurre eso, cuando disimulan su narcisismo y parece que quieren a otras personas, acaban por desenmascararse en algún momento. Por ejemplo, cuando esperas que se preocupen por ti, pero en realidad ves que sólo piensan en el qué dirán y en cómo dañará eso a su propia imagen.
8. Envidia a los demás y cree que todos le envidian
Se lo tienen tan creído, que creen que los demás también le ven así y le envidian por ser tan genial. Y cuando son ellos los que envidian a alguien, se esfuerzan en desmontarlo, en destruirlo hasta que ya no haya nada que envidiar. Para eso, lo habitual es que extiendan rumores falsos sobre esa persona.
9. Tienen una actitud altiva
Te miran desde su torre de marfil, a ti, pobre mortal.
Fuente: harpersbazaar / MF
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