A veces absurdos y divertidos, otras terroríficos, los sueños son la forma que tiene nuestro inconsciente de liberar deseos, miedos y preocupaciones. ¿Eres de tener sueños recurrentes? ¿No entiendes por qué siempre aparece el mismo animal? ¿Te da intriga saber qué significa lo que soñaste anoche?
Más de una vez te habrás despertado con la sensación de que viviste una vida paralela mientras dormías. El universo de los sueños está lleno de recovecos y pazadizos secretos y, muchas veces, es tan intenso que hasta puede afectar tu vida cotidiana. La interpretación de los sueños es una práctica milenaria que utilizan comunidades de todo el mundo, algunas para descifrar mensajes divinos y otras, como la nuestra, para conocer en profundidad el inconsciente.
Aprender a analizar tus sueños es una gran herramienta para entender qué pasa en tu cabeza. Aunque a veces pueda parecer que nada de lo que soñas tiene sentido, prestando atención a los detalles podés descrifrar qué se esconde detrás de ese aparente caos. Te contamos algunas claves para que vos mismo puedas descubrir qué significa lo que soñás.
1- PREPARA UNA LIBRETA EN LA MESITA DE LUZ
Cuando mejor recordamos los sueños es apenas nos despertamos. Antes de salir de la cama e ir a lavarte los dientes, anotá todo lo que te acuerdes, incluso los detalles que te parezcan menos importantes. Hacé esto todas las mañanas y después analizá qué elementos tienen en común.
2- EVITA BUSCAR EL SIGNIFICADO DE UN SUEÑO COMO SI SE TRATARA DE UNA PELÍCULA
Muchas veces los sueños sirven como disparador para reflexionar sobre algún tema en particular. Aislá la imagen principal de tu sueño, el símbolo o aquello que más llame la atención. Pensá a qué te recuerda, si hace referencia a tu pasado o a algo que está por venir, y conectate con los sentimientos y pensamientos que surjan.
3- LOS SUEÑOS NO SON UN ROMPECABEZAS PERFECTO
Por mucho que lo intentes, encontrarle sentido a todo lo que soñás y hacer que las piezas encajen de manera matemática, es imposible. El sueño no puede ser interpretado por completo, sólo vas a logras descifrar algunos elementos, el resto seguirá siendo un misterio.
4- NO SAQUES CONCLUSIONES RÁPIDAS
Si soñás con la cara de tu perro, no significa directamente que tengas un problema con él. La mayoría de las veces, las personas, objetos y animales que aparecen son símbolos. Para comprender a quién o a qué situación representan los personajes de tus sueños, tenés que tomarte un tiempo para pensar. No es necesario que dediques una hora determinada en el día, podés aprovechar mientras te das una ducha o cuando salís a caminar por el parque.
5- EL LENGUAJE DE LOS SUEÑOS ES INDIVIDUAL
Si tu mejor amigo soñó con un león y el psicólogo le dijo que representaba los conflictos con su hermano, no significa que si vos soñás con un león sea por lo mismo. El el mundo onírico, no hay reglas fijas, cada uno tiene que adaptar los símbolos a sus propias vivencias e historias personales. Los sueños son reflejo de tu inconsciente, por eso los diccionarios o las comparaciones con los sueños ajenos pueden servir de ayuda, pero nunca como interpretación directa.
6- SÉ HONESTO CONTIGO MISMO
No alcanza sólo con anotar cada detalle y dedicarte a reflexionar todas las mañanas. Para que la interpretación sea válida y te proporcione herramientas para comprender tu vida, vas a tener que ser sincero con tus sentimientos y emociones más profundas. Si te engañás a vos mismo, de nada sirve.
Fuente: Rumbos Digital
Aprender a analizar tus sueños es una gran herramienta para entender qué pasa en tu cabeza. Aunque a veces pueda parecer que nada de lo que soñas tiene sentido, prestando atención a los detalles podés descrifrar qué se esconde detrás de ese aparente caos. Te contamos algunas claves para que vos mismo puedas descubrir qué significa lo que soñás.
1- PREPARA UNA LIBRETA EN LA MESITA DE LUZ
Cuando mejor recordamos los sueños es apenas nos despertamos. Antes de salir de la cama e ir a lavarte los dientes, anotá todo lo que te acuerdes, incluso los detalles que te parezcan menos importantes. Hacé esto todas las mañanas y después analizá qué elementos tienen en común.
2- EVITA BUSCAR EL SIGNIFICADO DE UN SUEÑO COMO SI SE TRATARA DE UNA PELÍCULA
Muchas veces los sueños sirven como disparador para reflexionar sobre algún tema en particular. Aislá la imagen principal de tu sueño, el símbolo o aquello que más llame la atención. Pensá a qué te recuerda, si hace referencia a tu pasado o a algo que está por venir, y conectate con los sentimientos y pensamientos que surjan.
3- LOS SUEÑOS NO SON UN ROMPECABEZAS PERFECTO
Por mucho que lo intentes, encontrarle sentido a todo lo que soñás y hacer que las piezas encajen de manera matemática, es imposible. El sueño no puede ser interpretado por completo, sólo vas a logras descifrar algunos elementos, el resto seguirá siendo un misterio.
4- NO SAQUES CONCLUSIONES RÁPIDAS
Si soñás con la cara de tu perro, no significa directamente que tengas un problema con él. La mayoría de las veces, las personas, objetos y animales que aparecen son símbolos. Para comprender a quién o a qué situación representan los personajes de tus sueños, tenés que tomarte un tiempo para pensar. No es necesario que dediques una hora determinada en el día, podés aprovechar mientras te das una ducha o cuando salís a caminar por el parque.
5- EL LENGUAJE DE LOS SUEÑOS ES INDIVIDUAL
Si tu mejor amigo soñó con un león y el psicólogo le dijo que representaba los conflictos con su hermano, no significa que si vos soñás con un león sea por lo mismo. El el mundo onírico, no hay reglas fijas, cada uno tiene que adaptar los símbolos a sus propias vivencias e historias personales. Los sueños son reflejo de tu inconsciente, por eso los diccionarios o las comparaciones con los sueños ajenos pueden servir de ayuda, pero nunca como interpretación directa.
6- SÉ HONESTO CONTIGO MISMO
No alcanza sólo con anotar cada detalle y dedicarte a reflexionar todas las mañanas. Para que la interpretación sea válida y te proporcione herramientas para comprender tu vida, vas a tener que ser sincero con tus sentimientos y emociones más profundas. Si te engañás a vos mismo, de nada sirve.
Fuente: Rumbos Digital
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