Por: Leila Sobol FOTO: DOLLAR PHOTO CLUB. ARCHIVO EDITORIAL: TELEVISA ARGENTINA.
Cyberlove: ¿da o no da?
Los especialistas aseguran que un vínculo virtual no es absurdo. De hecho, tiene muchas ventajas: es cómodo (no tenés que lookearte ni maquillarte para charlar con él), no demanda más que tiempo on-line, y podés armar un vínculo a tu medida. “Mostrás solo lo que querés que se vea de vos. Si no te interesa abordar un tema, es posible evadirlo. Al mismo tiempo, la virtualidad te facilita hablar de ciertas cosas que quizá personalmente no tratarías, por vergüenza”, explica García Bardot. Por supuesto que existen riesgos, como dejar de salir los viernes con las chicas para quedarte skypeando con él o que te cueste concentrarte en el trabajo porque estás pendiente de Whatsapp.
Muchas chicas sostienen este tipo de vínculo con la secreta esperanza de que un día él “tome coraje” y les proponga un encuentro. Cuando la anhelada cita no se da, pueden sentir frustración y desilusión. Sobre todo si, por apostar a su amor virtual, dejaron pasar oportunidades reales.
Hasta las manos
“El año pasado, en una fiesta, conocí a Antti, un chico finlandés divino que estaba de vacaciones en Buenos Aires. Bailamos, chapamos y terminamos en mi casa. Esa fue la única vez que lo vi, porque él volvió a su país al toque. Empezamos a chatear y a hablar todos los días, como si fuéramos novios: nos contamos qué hicimos y nos decimos cuánto nos extrañamos. Por el momento, él no tiene pensando viajar a la Argentina, y yo no tengo un mango para ir a Finlandia. Pero no pienso cortar esta historia porque estamos superenganchados”, cuenta Valentina, de 21 años.
Según los especialistas, los vínculos virtuales funcionan muy bien durante un tiempo. “Podés vivir temporalmente una relación de ese estilo, siempre y cuando no te genere malestar y no la entiendas como un compromiso real”, dice García Bardot. El conflicto se genera cuando esperás algo diferente de una situación que, en realidad, solo es un entretenimiento on-line.
My prerrogative
Puede ser que estés muerta con un chico que te vuelve loca por Whatsapp desde hace meses, aunque él te ponga
cualquier excusa para no verte: mientras que eso no te frustre, todo bien. Claro que si tenés otro tipo de expectativas con esa persona, deberías hacer algo al respecto. “Para generar en él una reacción, podés decirle lo que te pasa y recurrir a la estrategia del ultimátum. Pero sabé que el resultado quizá no sea el que vos esperabas, y que eso signifique el fin de la relación”, advierte García Bardot. ¿Ya no soportás tanta virtualidad? “Como en muchas otras instancias, tenés que aprender a desapegarte de lo que no funciona para vos. Te conviene soltarlo para buscar algo más adecuado”, aconseja la especialista. Dale un respiro a tu computadora y empezá a expandir tus círculos sociales. “Buscá opciones vinculadas con tus intereses (como un taller literario o de pintura) y dales más lugar a los planes con amigas y compañeros de la facultad o del trabajo”, concluye la especialista.
S.O.S.: ¡cyberpirata a la vista! Por Joe Fernández (autor del libro Cómo conseguir chicas)
Detectá a tiempo si él es un seductor on-line serial:
Nunca te llama por tu nombre. Te dice “bombona”, “dulce”, “princesa”. Al chatear con varias mujeres a la vez, evita morder la banquina por equivocarse con los nombres y utiliza piropos como apodos.
No usa whatsapp. Eso habla a las claras de que se trata de un tramposo: probablemente tenga novia o mujer. Prefiere chatear desde su computadora para que no le entren mensajes extraños al celular cuando está con su chica.
Te pide fotos ratoneras, pero no te muestra ninguna de él.
Tiene desactivado el chat de Facebook en el celular, y solamente se conecta de lunes a viernes, en horario de oficina. Misteriosamente, desaparece de las redes sociales los fines de semana.
Te repite preguntas que ya le respondiste. Por ejemplo: ¿Dónde trabajás? ¿De qué barrio sos? ¿Ya te fuiste de vacaciones? Cosas que le contaste… ¡ayer! Pero es tan pirata y tan vago, que ni siquiera lee el historial de su harem de novias virtuales.
Cyberlove: ¿da o no da?
Los especialistas aseguran que un vínculo virtual no es absurdo. De hecho, tiene muchas ventajas: es cómodo (no tenés que lookearte ni maquillarte para charlar con él), no demanda más que tiempo on-line, y podés armar un vínculo a tu medida. “Mostrás solo lo que querés que se vea de vos. Si no te interesa abordar un tema, es posible evadirlo. Al mismo tiempo, la virtualidad te facilita hablar de ciertas cosas que quizá personalmente no tratarías, por vergüenza”, explica García Bardot. Por supuesto que existen riesgos, como dejar de salir los viernes con las chicas para quedarte skypeando con él o que te cueste concentrarte en el trabajo porque estás pendiente de Whatsapp.
Muchas chicas sostienen este tipo de vínculo con la secreta esperanza de que un día él “tome coraje” y les proponga un encuentro. Cuando la anhelada cita no se da, pueden sentir frustración y desilusión. Sobre todo si, por apostar a su amor virtual, dejaron pasar oportunidades reales.
Hasta las manos
“El año pasado, en una fiesta, conocí a Antti, un chico finlandés divino que estaba de vacaciones en Buenos Aires. Bailamos, chapamos y terminamos en mi casa. Esa fue la única vez que lo vi, porque él volvió a su país al toque. Empezamos a chatear y a hablar todos los días, como si fuéramos novios: nos contamos qué hicimos y nos decimos cuánto nos extrañamos. Por el momento, él no tiene pensando viajar a la Argentina, y yo no tengo un mango para ir a Finlandia. Pero no pienso cortar esta historia porque estamos superenganchados”, cuenta Valentina, de 21 años.
Según los especialistas, los vínculos virtuales funcionan muy bien durante un tiempo. “Podés vivir temporalmente una relación de ese estilo, siempre y cuando no te genere malestar y no la entiendas como un compromiso real”, dice García Bardot. El conflicto se genera cuando esperás algo diferente de una situación que, en realidad, solo es un entretenimiento on-line.
My prerrogative
Puede ser que estés muerta con un chico que te vuelve loca por Whatsapp desde hace meses, aunque él te ponga
cualquier excusa para no verte: mientras que eso no te frustre, todo bien. Claro que si tenés otro tipo de expectativas con esa persona, deberías hacer algo al respecto. “Para generar en él una reacción, podés decirle lo que te pasa y recurrir a la estrategia del ultimátum. Pero sabé que el resultado quizá no sea el que vos esperabas, y que eso signifique el fin de la relación”, advierte García Bardot. ¿Ya no soportás tanta virtualidad? “Como en muchas otras instancias, tenés que aprender a desapegarte de lo que no funciona para vos. Te conviene soltarlo para buscar algo más adecuado”, aconseja la especialista. Dale un respiro a tu computadora y empezá a expandir tus círculos sociales. “Buscá opciones vinculadas con tus intereses (como un taller literario o de pintura) y dales más lugar a los planes con amigas y compañeros de la facultad o del trabajo”, concluye la especialista.
S.O.S.: ¡cyberpirata a la vista! Por Joe Fernández (autor del libro Cómo conseguir chicas)
Detectá a tiempo si él es un seductor on-line serial:
Nunca te llama por tu nombre. Te dice “bombona”, “dulce”, “princesa”. Al chatear con varias mujeres a la vez, evita morder la banquina por equivocarse con los nombres y utiliza piropos como apodos.
No usa whatsapp. Eso habla a las claras de que se trata de un tramposo: probablemente tenga novia o mujer. Prefiere chatear desde su computadora para que no le entren mensajes extraños al celular cuando está con su chica.
Te pide fotos ratoneras, pero no te muestra ninguna de él.
Tiene desactivado el chat de Facebook en el celular, y solamente se conecta de lunes a viernes, en horario de oficina. Misteriosamente, desaparece de las redes sociales los fines de semana.
Te repite preguntas que ya le respondiste. Por ejemplo: ¿Dónde trabajás? ¿De qué barrio sos? ¿Ya te fuiste de vacaciones? Cosas que le contaste… ¡ayer! Pero es tan pirata y tan vago, que ni siquiera lee el historial de su harem de novias virtuales.
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