lunes, 2 de diciembre de 2013

¿Cómo superar una infidelidad?

Siempre me he preguntado cómo hace una pareja para superar la infidelidad. Sólo tiempodespués de haber vivido un par de experiencias, llego a la reflexión de que dos personas tienen muchos motivos, además del amor, para seguir juntos. Y partiendo de la base que ambos quieran continuar, creo que vale la pena intentarlo. ¿Pero intentarlo cómo? ¿Dando patadas de ahogado? ¿Victimizándose uno, tornándose cínico el otro? Definitivamente no. Creo que este esfuerzo debe hacerse de manera consciente, humilde y comprometida.

Después de una infidelidad siempre surgen las culpas. Quién hizo qué, quién dejó que ocurriera, a quién le corresponde pedir perdón. Uno quisiera lavarse las manos, pero, como dice el dicho, para bailar tango se necesitan dos. Más que señalar al otro con el dedo, más que hablar de culpas, que entorpecen todo el proceso de sanación, pienso cada uno debe tomar de entre la maleza lo que le corresponde resolver, y revisar si lo que uno hizo (o dejó de hacer) pudo orillar al otro a tomar una conducta equivocada.

Es común encontrar infidelidades aprendidas, es decir, historias familiares de engaño y reconciliación que son repetidas inconscientemente. Sin embargo, dicen los expertos quecuando se hace consciente el mecanismo y se trabaja, se puede dejar atrás. Por otro lado, es curioso que buena parte de las infidelidades ocurran en la llamada crisis de los 40 -en la que hombres y mujeres se cuestionan sus opciones de vida, trabajo, situación conyugal, incluso vocacional y sexual-, y puede terminar en una infidelidad que refuerza el estado de crisis. Lo cierto, y quizás lo más difícil de aceptar, es que si se desea resolver el problema para seguir como pareja, se debe asumir desde un "nosotros".

De ahí al perdón. No hay recetas que puedan acortar el camino, tendrán que perdonarse uno al otro y, sobre todo, a sí mismos. Sin embargo, perdonar no quiere decir que vamos a hacer como que no pasó nada. Quien se siente traicionado tiene derecho a expresar su desconcierto y a hacer preguntas. Pero ojo: hay información que realmente no es necesario escuchar. En serio, el masoquismo no ayuda en el proceso de sanación.

Tampoco se trata de instalarse en los papeles de víctima y victimario: el "engañado" chantajea al "engañador" en un ejercicio de venganza que lo lleva a afirmar su poder y a sacar provecho emocional del asunto. Por lo que he podido entender, el perdón es un proceso largo y liberador que nos permite reconocernos tal como somos y apuntar en la dirección de lo que queremos ser en adelante. De hecho, lo imagino como una moneda dedos caras: en una está la aceptación que nos permite liberar los errores del pasado, en la otra, el compromiso de no volver a hacerlo.

No hay atajos para el perdón, pero sí hay formas de hacer el camino menos sinuoso. Tomar terapia individual es de gran utilidad, lo mismo que una terapia de pareja, pues la figura del mediador enseña a expresarse a aquellos que tienen dificultad para hacerlo de manera abierta, honesta y sin juicios.

Por último, volver a tejer los lazos de la intimidad y la vida sexual es casi un trabajo de filigrana. Lo más difícil de asimilar es que la conexión sexual que alguna vez existió, ocurrirá sólo hasta que se alcance cierto nivel de perdón en ambos lados. Hay que dejar de recrearse en la falsa esperanza del "si yo hubiera", y entender que no se puede cambiar el pasado. No es sencillo, cada persona tiene sus tiempos en este proceso. Y también hay que asimilar que una infidelidad le cambia la vida a la gente y esto implica dedicar tiempo al trabajo introspectivo.

He visto a muchas parejas sobrellevarlo mal y de malas, pero también he visto a otras que realmente lo superan. Y cuando uno pregunta cómo lo hicieron, casi siempre escucha la misma respuesta: cada uno tiene que resolver la parte que le toca para reconstruir la confianza, consigo mismo y con el otro. Y al final, todo parece indicar que la experiencia no sólo los hace estar más unidos sino que se vuelven más honestos y más fuertes como pareja.

¿Y tú, has vivido algo así? ¿Es posible superarlo?

FuenteYahoo

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