Según Nick Wolfinger y su investigación, publicada por el Instituto de Estudios de la Familia, sugiere que las personas que se casan entre los 28 y 32 se separan menos en los años siguientes.
Wolfinger analizó los datos de 2006-2010 y 2011-2013 de la Encuesta Nacional de Crecimiento Familiar de ese país. Encontró una especie de curva invertida.
Las probabilidades de divorcio decaen a finales de los 20 y principios de los 30. A partir de entonces, los riegos vuelven a aumentar.
Hay diversas razones por las que tendría sentido casarse a finales de los 20s o principio de los 30s: las personas tienen la edad suficiente para entender si realmente se llevan bien con el otro o apenas están cegados "por las hormonas". También, seguramente ya hayan tomado decisiones importantes en la vida y responsabilidades. Y además, pueden ser lo suficientemente solventes para poder apoyarse en el otro en caso de necesidad.
Además, no son tan viejos como para hacer pequeños ajustes en los hábitos y estilos de vida, así como en metas y en temas como la higiene personal que el matrimonio requiere.
Fuente: Derf
Las probabilidades de divorcio decaen a finales de los 20 y principios de los 30. A partir de entonces, los riegos vuelven a aumentar.
Hay diversas razones por las que tendría sentido casarse a finales de los 20s o principio de los 30s: las personas tienen la edad suficiente para entender si realmente se llevan bien con el otro o apenas están cegados "por las hormonas". También, seguramente ya hayan tomado decisiones importantes en la vida y responsabilidades. Y además, pueden ser lo suficientemente solventes para poder apoyarse en el otro en caso de necesidad.
Además, no son tan viejos como para hacer pequeños ajustes en los hábitos y estilos de vida, así como en metas y en temas como la higiene personal que el matrimonio requiere.
Fuente: Derf
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